La mayoría de la gente hace la vinagreta mal: esta es la fórmula para una ensalada de chef

El aliño perfecto no se consigue solo con aceite y vinagre, es importante tener en cuenta dos procesos químicos

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María Yuste

Editor Senior

Mucha gente piensa que hacer una vinagreta es, prácticamente, mezclar aceite, vinagre y listo. Sin embargo, como ocurre con casi todo en la cocina, la diferencia la marcan los detalles. Porque una buena vinagreta no acompaña la ensalada: la transforma y le da ese "je ne sais quoi". Tanto en lo que respecta al sabor como a conseguir que un entrante se sienta como un plato principal.

Los chefs más pro saben conseguir mezclar a ojo las cantidades perfectas para que el resultado no sea un batiburrillo ácido y aceitoso que no acaba de emulsionar ni ligar los ingredientes. Para los demás, el creador de contenido gastronómico whthefoc nos ha regalado un tutorial para preparar la vinagreta perfecta y con el que conseguir este verano las ensaladas perfectas que nos refresquen los días más calurosos.

Cantidades exactas y química

La fórmula es tan básica como empezar mezclando: una de vinagre por tres de aceite de oliva virgen extra. Es decir, 100 mililitros de vinagre y 300 mililitros de aceite. No obstante, además de acertar con las cantidades, es importante tener en cuenta ciertos procesos químicos que se producen durante el proceso de preparación de una vinagreta.

En este sentido, un detalle importante es no echar la sal con el aceite. El motivo es que así solo conseguiremos que esta no se integre bien porque los cristales de sal se cubren con la grasa del aceite, impidiendo que se disuelva. Además, tener en cuenta la densidad de las moléculas del aceite y las del agua del vinagre será de gran ayuda para obtener una vinagreta con cuerpo.

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No importa lo mucho que te empeñes en batir porque es cuestión de ciencia: las moléculas de ambos ingredientes impiden que se mezclen bien. Por suerte, añadir un poco de mostaza lo cambia todo, ya que consigue ligar esas moléculas que tanto se repelen de forma natural. Con esto conseguiremos que el aliño gane densidad.

Esto es importante porque no queremos una vinagreta demasiado líquida que resbale por las hojas de nuestros vegetales y acabe en el fondo, como es tan común que suceda. Buscamos un aliño un poco espeso que se enganche bien a la hoja y le de sabrosura a la ensalada.

Foto de portada | Dadan Ramdani

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