Siempre que estoy nerviosa, inquieta o ansiosa, tengo un tic. Me dedico a toquetearme los labios, que siempre tengo secos y medio pelados. Por eso soy experta en vaselinas, cacaos y cualquier remedio contra los labios agrietados que haya en el mercado. Estas semanas estoy probando el tratamiento labial Kiss Me de Mercadona, que promete labios nutridos y besables por 10 euros.
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Probamos el tratamiento Kiss Me de Mercadona

El tratamiento labial Kiss Me viene presentado en una caja de color rojo brillante con tres paquetes individuales en su interior. Cada uno de ellos contiene un paso del tratamiento: exfoliante, mascarilla y brillo con color, numerados para saber lo que viene después. Lo cierto es que entra por los ojos, en colores rojos y rosas que evocan labios sanos, jugosos y rellenos (y un poco navideños, las cosas como son).
Ingredientes del tratamiento labial Kiss Me de Mercadona

Como decía, el tratamiento está compuesto por tres productos distintos, cada uno con diferentes formulaciones. En el caso del exfoliante, contiene cristales de azúcar como agente exfoliante principal, dándole un sabor dulce. También contiene aceites minerales, que ayudan suavizar y proteger la piel durante la exfoliación.
Por su parte, la mascarilla, contiene poliamidas para retener la hidratación, cera microcristalina hidrogenada que protege contra la contaminación y otros agentes nocivos externos y aceites hidratantes. Sin embargo, es importante destacar que contiene derivados del aceite de palma, uno de los menos sostenibles del planeta.
En cuanto al brillo de labios, tiene aceites minerales y poliamidas para hidratar los labios y mantenerlos humectados, convirtiéndose en un gloss con tratamiento que aporta brillo sin resecar.
Cómo usar el tratamiento labial Kiss Me de Mercadona

El primer paso es el exfoliante labial, en un tono rosado y sabor a fresa muy dulce, porque las partículas para microexfoliar son azúcar. Vamos, que no pasa nada si, sin querer, te entra algo en la boca. La exfoliación física siempre la hago con mimo, usando el dedo índice para frotar delicadamente el producto sobre la superficie del labio.
Lo hago durante unos 30 o 40 segundos y después retiro los restos con agua templada, sin frotar con toalla. Al terminar, los pellejos se han ido, la piel está lisa y me toca hidratar.

Después de exfoliar viene mi paso favorito, para mí y para las que viven condenadas con labios secos 24/7. La mascarilla sabe a melocotón y es una fórmula muy untuosa. Yo aplico una capa muy generosa y la dejo actuar, porque me encanta la sensación de tener la piel muy protegida, nutrida y confortable.
Las instrucciones del packaging no indican cuánto tiempo hay que dejarla actuar. Yo la mantuve durante 15 minutos para la prueba, pero posteriormente la he usado como producto nocturno. Es ideal para usar antes de dormir y que actúe toda la noche en profundidad.

El paso final no es obligatorio, porque es más bien una cuestión de estética. Se trata de un brillo de labios con color muy natural, en un tono coral que da calidez a los labios de forma sutil. Sabe a uva, pero con mucha menos intensidad que los productos previos. Yo lo uso para el día y lo llevo en el bolso, porque también es hidratante, pero no lo considero necesario en esta rutina labial.

Estos son mis labios antes del tratamiento, con mucha sequedad, pellejos y arrugas que crean un efecto de piel colgante y vacía, nada jugosa. A la derecha está la foto final, después de hacer el tratamiento labial completo, incluyendo el brillo con color. Puedo decir, con conocimiento de causa, que el producto funciona muy bien, deja los labios elásticos, jugosos y muy brillantes.
Veredicto: lo recomiendo mucho, porque mi alternativa es la mascarilla labial de Laneige que cuesta más del doble.
Fotos | @pepatatas vía Trendencias.
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