La piscina natural más bonita de Extremadura: tiene saltos de agua y parece un parque acuático oculto entre cerezos

Hay lugares en España que parecen irreales y a veces no somos conscientes de la suerte que tenemos de tenerlos tan cercas. Es el caso de estas piscinas naturales escondidas en pleno corazón del Valle del Jerte, en Cáceres. Allí, la primavera es mágica y pinta el paisaje de rosa con cerezos en flor. Pero al llegar en verano aparece otro tesoro: Los Pilones, unas bañeras esculpidas en piedra en plena Reserva Natural.

Estos charcones son uno de los rincones más gustosos de la Reserva Natural de la Garganta del Infierno, pero llegar hasta ellos no es fácil. Hay que ganárselo con una caminata de 3 kilómetros, que comienza en el Centro de Interpretación y avanza entre bosques de pinos, arroyos, riachuelos y saltos de agua. También podemos reservar un tour en 4x4, pero nos perderíamos parte de esta experiencia en medio de la naturaleza.

Estos pilones se han formado a partir de piedras de granito de 200 millones de años de antigüedad, lo que les confiere su característico y precioso color blanco. Con el paso del tiempo y del caudal del río Jerte se han formado estas pozas redondeadas, que los lugareños apodan 'Marmitas de Gigante'.

Las piscinas están comunicadas por un sendero, que permite bordearlas y subir hasta el puente de madera que hay en la poza más alta. Entre las bañeras hay saltos de roca que se convierten en toboganes naturales por los que lanzarse, empujado por el agua fresca y limpia que viene de la sierra. Casi parece un parque acuático de la naturaleza, rodeado de árboles con sombra y lejos del ruido de la civilización.

Fotos | Civitatis, Asociación de Turismo Valle del Jerte, Garganta de los Infiernos.

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