La cocina ideal a los 60 no es la misma que a los 30. Esta interiorista nos da las claves para que sea lo más funcional y cómoda posible

Las cocinas que a los 30 nos parecían cómodas y perfectas comienzan a mostrar otra cara cuando a los 50 y los 60 comienza a ser problemático agacharse para sacar la bandeja del horno

Maria Del Valle
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Nacho Viñau

Editor

Las casas son algo vivo que van evolucionando conforme pasan los años para adaptarse no solo a las modas, sino también a las necesidades de cada momento vital de nuestras vidas. Y conforme pasan los años, y notamos como nos cuesta más agacharnos para sacar la bandeja del horno o para meter la colada en la lavadora, debemos comenzar a valorar la funcionalidad y la comodidad en toda la casa, y en especial, en la cocina.

Lo que nos valía a los 30, ya no es práctico a los 50. Y a los 60 se convierte en todo un reto físico que además de ser incómodo, puede llevar a provocar accidentes caseros. Para resolver esos inconvenientes y hacer que la cocina sea más inclusiva, hay que transformar la casa para adaptarla y romper en muchos casos con los diseños de cocina más clásicos, en los que los electrodomésticos iban en la parte inferior, y los armarios, en la superior.

La clave, elevar los electrodomésticos y repensar el almacenamiento

Reforma cocina para seniors

Hacer esos cambios no siempre es fácil, pero por suerte hay profesionales como la diseñadora de interiores María del Valle, del estudio de interiorismo que lleva su nombre, ayudan en esa tarea. Tal y como explica la interiorista en El Mueble, la clave para que una cocina sea más cómoda y adaptada a las personas seniors es elevar electrodomésticos como el horno, el microondas o el lavavajillas.

Este cambio ayuda a que la cocina sea más cómoda, reduciendo el riesgo de lesiones, sobrecargas musculares y caídas. Si estos electrodomésticos se sitúan a una altura media —entre la cintura y los ojos—, la interacción es mucho más cómoda.

Además, el almacenamiento también debe repensarse. En la mayor parte de las cocinas hay muebles bajos que obligan a agacharse o a usar la fuerza lumbar, por no hablar de esos armarios esquineros a los que es casi imposible acceder. En su lugar, se pueden instalar cajones extraíbles, baldas deslizantes y sistemas de apertura suave.

Las encimeras también deberían ser objeto de análisis, ya que la altura estándar ya no sirve para todo el mundo. A partir de determinada edad, las personas nos encorvamos, e incluso se pierde altura. Esta situación debe llevarnos a ajustar la encimera y las superficies de trabajo a la altura de los usuarios.

No te olvides de la iluminación, de los tiradores y de los suelos

Cocina adaptada a seniors

Una vez que pasas de los 40, se nota que perdemos vista y nitidez. Y la cosa solo puede ir a peor conforme pasan los años. Por eso, es importante reforzar la iluminación en la cocina apostando por una buena luz directa sobre las superficies de trabajo, complementada con una paleta de colores claros que permita aumentar la luminosidad.

Por otro lado, los tiradores invisibles o los que son demasiado pequeños pueden ser un problema para las personas que han ido perdiendo agilidad en los movimientos. En este punto, hay que buscar modelos grandes y que sean ergonómicos para que sean fáciles de usar.

Para acabar con los consejos de esta interiorista para tener una cocina accesible, hay que poner el foco en los suelos. Conforme cumplimos años, las caídas son más frecuentes y también más graves. Y por eso debemos instalar suelos antideslizantes y que sean fáciles de limpiar con el fin de evitar accidentes y mejorar nuestra calidad de vida.

Fotografías | María del Valle Interiorismo, beazy para Unsplash, Steven Ungermann en Unsplash

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