El cine de época cae en el 'iPhone face': cuando los rostros modernos son poco creíbles en las ficciones históricas

El "iPhone face" es un término que acuñó la revista 'Culted', pero habla de un fenómeno cinematográfico que todos estábamos notando estos últimos años: rostros que no encajan en producciones o películas de época porque cumplen con unos estándares de belleza muy modernos. Son personas que "tienen cara de haber visto un iPhone", que sus rasgos gritan siglo XXI, en ocasiones culpa de los retoques estéticos evidentes, así como facciones muy simétricas o sonrisas minuciosamente diseñadas.

Estándares visuales contemporáneos que rompen con la magia en las películas ambientadas en el pasado. Existe un anacronismo físico evidente cuando vemos aparecer este tipo de rostros en las ficciones de época. Cuesta creernos ciertos papeles de actores en las ficciones porque sus caras rompen con la inmersión en las películas. Generan una especie de disonancia visual. Inexpresividad en rostros, culpa del bótox, carillas en lugar de bocas imperfectas. Da igual el empeño que ponga el equipo de caracterización, hay algo que no nos cuadra.

Retoques estéticos como principales enemigos de las ficciones de época. Es cierto que el "iPhone face" no solo está ligado a esto, pero es una de las características más evidentes. Es difícil asimilar una Nicole Kidman en pleno 1864, durante la Guerra Civil estadounidense, donde el bótox no existía, haciendo de la matriarca de un internado de dicha época, pero en 'La seducción' la vemos en ese papel.

Más allá del rostro, también existe el cuerpo iPhone: no solo la cirugía plástica es la culpable ciertas incongruencia en la gran pantalla, también lo son los cuerpos. Torsos súper esculpidos a base de horas y horas de gimnasio, así como dietas específicas que no encajan del todo en las ficciones históricas. Y es que en la Roma de principios del siglo III d.C., quizás una figura como la de Paul Mercal en 'Gladiator 2', no era de los más común, por muy gladiador que uno fuera.

Homogeneización de la belleza más allá del cine. Tanto en las películas como en redes estamos continuamente exponiéndonos a los cánones de belleza de esta época. Cuerpos definidos, figuras delgadas, labiosos prominentes y bótox para paralizar como sea el paso del tiempo en nuestra cara. Los retoques crecen como la espuma y es que según la Sociedad Española de Medicina Estética, casi el 50% de la población de nuestro país se habría realizado algún tratamiento de este tipo en 2023. Dar con un casting sin rastro de esa "iPhone face" parece un auténtico reto, pero claro está que si no se representa una belleza que huya de la norma ni en este tipo de ficciones donde el guion lo exige, ¿dónde tiene cabida los rostros reales?

Fotos | IMBD

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