Este año llego absolutamente virgen a Eurovisión, a excepción, claro está, de la canción de Melody; dudo que quede alguien en toda Europa que no haya escuchado al menos el estribillo de 'Esa diva', después de que la de Sevilla se haya paseado por todo sarao y alfombra roja haciendo una promoción como no habíamos visto antes.
El caso es que quería llegar a las semifinales habiendo escuchado lo menos posible para no perder así el factor sorpresa de las semis. ¡Y vaya si ha habido sorpresa! Me habían dicho que había quedado una preselección de temas bastante sosainas, y la verdad es que a mí personalmente me ha parecido una semifinal bastante potable y muy entretenida.
La semifinal del dance europeo
Arrancamos sin un minuto que perder con una actuación representativa del país anfitrión, Suiza, con instrumentos tradicionales y un espectacular cuerpo baile. Las melodías tradicionales suizas se entremezclan con la canción ganadora de la última edición, 'The code', de Nemo.
La verdad es que el escenario este año es muy espectacular, con una enorme pantalla LED en la parte trasera que, si los representantes de los países saben aprovechar, promete darnos muchas alegrías.

Islandia, Vaeb, 'Róa'. Esto es empezar con energía y lo demás sin tonterías. Una canción festivalera a más no poder que se va directa a mi lista de running. Vestidos totalmente de plateado, junto a su equipo de baile, con bien de strass y purpurina, esto es lo que le pido a Eurovisión: mamarracheo, energía y buen rollo.

Polonia, Justyna Steczkowska, 'Gaja'. La polaca repite candidatura 30 años después. Mucho dance en esta primera semifinal, miedo me da que salgan todas las baladas seguidas después. Muchas vibes del 'Wild dances' de Ruslana mezclado con techno, mucho más oscuro pero con buena energía. Tremenda gimnasta: después de colgarse de las telas (un momento que se ha hecho un poco largo) se marca un espectacular sprint para llegar desde la parte trasera del escenario hasta delante. ¡A la playlist!.

Eslovenia, Klemen, 'How much time do we have left'. Primera balada de la noche, y además habla de la enfermedad de su mujer, una forma rara de cáncer. Sin duda es muy emotivo, pero no deja de tener reminiscencias de aquel Salvador Sobral que ganó Eurovisión para Portugal en 2017. Muy bonito el gesto de la aparición de su mujer al final de la canción. Las baladas en Eurovisión no son para mí.

Estonia, Tommy Cash, 'Espresso Macchiato'. Todo aquí es excesivo: la corbata casi hasta las rodillas, el baile, los visuales del avión pegando botes, la fan que "se cuela" en la performance. Sé que he dicho que adoro el mamarracheo, pero esto es un poco too much hasta para mí. Se agradece que la pausa venga justo detrás de esta canción para tomarnos un descansito.

Momentazo de la noche para nosotros, ¡que llega Melody! No soy especialmente fan más allá de 'El baile del gorila' y 'De pata negra', pero creo que tiene mucho carisma y, sobre todo, se lo ha currado muchísimo. El gesto de atusarse el pelo para quitarse el frizz me ha parecido de diva que es sencilla como un simple mortal, la verdad, reina ella. Se nota que disfruta muchísimo en cada actuación. Olé tú.

Ucrania, Ziferblat, 'Bird of pray'. Los visuales y las luces estroboscópicas son un poco como ir puesto de MDMA; ahora mismo hay demasiados estímulos en la pantalla de la televisión. Estos chicos han querido hacerlo absolutamente todo y mi sensación es que ser tan originales les va a salir bien.

Suecia, KAJ, 'Bara bada bastu'. Finlandeses representando a Suecia y diciéndonos "vamos a la sauna". Un estribillo pegadizo y bien de mamarracheo con el baile que, pronostico, más veremos en TikTok en los próximos días. Van primeros en las apuestas y, la verdad, no me extraña: aquí se premia el buen rollo.

Portugal, Napa, 'Deslocado'. La verdad, después de la actuación de los finlandeses-suecos, esto se me queda un poco corto. Sí he de decir que para mí representa perfectamente a Portugal: una balada pop-rock delicada, muy melódica, muy bien hecha, muy brit-pop. Les auguro mucho éxito (no en mi listas de Spotify, eso sí).

Noruega, Kyle Alessandro, 'Lighter'. Ha formado parte de un grupo que se llama 'Umami tsunami', con eso a mí me tiene ganada ya. El Plex noruego se lo ha puesto todo: la gomina, la armadura, los pantalones de polipiel, 47 anillos y ha venido a ganarse a Europa con su baile. Para mí es un "sí" rotundo (fuego en el escenario incluido).

Bélgica, Red Sebastian, 'Strobe lights'. Luce Agoney cantando 'Quiero arder', con ese agudo tan característico incluido. Un temazo techno moviéndose por el todo el escenario con muy buena vibra que me retrotrae a la ultimísima hora de los festivales, cuando ya vas pegando botes sin saber muy bien ni dónde estás. Para mí es un sí, y además su nombre es una referencia al cangrejo de La Sirenita.

Italia, Lucio Corsi, 'Volevo essere un duro'. ¿Es esta la semifinal temática de Disney? Lucio lleva "Andy" escrito en su bota, adoramos. De verdad que estaba deseando que me gustase mucho Italia, por lo que me une al país, pero esta propuesta no sé muy bien por dónde cogerla. Una balada con una regresión a los años 70 que, a mi pesar, me parece olvidable.

Azerbayán, Mamagama, 'Run with u'. Las hombreras y el falsete me dan vibes de ABBA y el vestuario de los bailarines tiene reminiscencias de WRS cantando 'Llámame'; ojo, que me parece una buena mezcla. La canción es popera y, aderezada con el instrumento tradicional, hace un buen tándem. Quizás son los primeros que no se han movido del mismo sitio en toda la actuación.

San Marino, Gabry Ponte, 'Tutta l'Italia'. Como licenciada en Historia del Arte me siento personalmente atacada con ese David de Miguel Ángel gigante animado con inteligencia artificial. Se lo perdono porque llevo bailando la música de este señor desde los años 90 y porque puso el italo dance en el mapa. Una canción festivalera para pegar botes sin parar. Ideal para Eurovisión.

Albania, Shkodra Elektronike, 'Zjerm'. Pausa para decir que todo el mundo es guapísimo en esta semifinal. Los cantos guturales y la voz tan profunda del albano me traen recuerdos de Keiino y su 'Spirit in the sky'. Pop, fuego, visuales potentes y unas voces muy, muy espectaculares que a mí me han convencido.

Países Bajos, Claude, 'C'est la vie'. Parecía un baladón, pero se va animando mucho según avanza. Recuerdos del inolvidable 'Évidemment' de La Zarra. Un popeo muy bien cantando, muy contenido y muy pegadizo. Ojo, que la vuelta de Países Bajos, tras la -si me preguntan- injustísima descalificación de Joost el último año, puede pegar fuerte.

Croacia, Marko Bosnjak, 'Poison cake'. Nada más empezar da vibes de Nemo con su chaqueta de peluche y su corte de pelo, pero nada más lejos de eso. Mezcla de estilos con partes más líricas, folk-pop, música electrónica... Todo para dentro, todo nos vale. Luces de colores a gogó, demasiado para mi gusto.

Suiza, Zoë Më, 'Voyage'. Momento del anfitrión, que nos deja descansar las retinas tras la actuación de Países Bajos con una balada muy bonita en una voz súper dulce. Una canción minimalista que contrasta enormemente con todo lo que hemos visto hasta ahora. Un efecto precioso con las luces de los teléfonos de fondo que se ha visto empañado por el fallo de la cámara, una pena. Aun así, la elegancia de los suizos es espectacular.

Chipre, Theo Evan, 'Shh'. Con puesta en escena del español Sergio Jaén, que el año pasado fue el director artístico de Bambie Thug, todos esperábamos muchísimo. La realización es una absoluta pasada y juega totalmente a favor de la canción. La estética industrial, la música techno, la coreografía aprovechando el espacio, los efectos visuales... Todo ensayadísimo al milímetro y perfecto. Mi único pero es el falsete; por lo demás, olé por él.
Numerito musical de los anfitriones, muy bien montado y muy ameno. Estos números me encantan siempre porque además no dudan en reírse de ellos mismos. 'Made in Switzerland', twelve points! Y Petra Mede siempre es un SÍ gigante. Y un sentido homenaje a Céline Dion, que ganó Eurovisión para Suecia y dio el pistoletazo de salida a su carrera con aquella victoria.
Votaciones con nuevo sistema
Soy de la opinión de que, si algo funciona bien, no lo toques, ¿por qué tocas? Este año se han revelado los finalistas en grupos de tres. De cada tres pasaba uno, pero los otros dos no estaban descartados, sino que volvían a la lista con posibilidad para ser elegidos en otra ronda. Un follón.
Llamadme clásica, pero a mí el sistema anterior (decir qué países pasaban, y listo) me parecía perfectamente correcto. Este nuevo sistema le da emoción pero, sinceramente, me parece innecesario y hacérselo pasar un poco mal a los participantes que no pasan a la primera.
Pero bueno, a lo importante: los países que pasan a la final del sábado son Noruega, Albania, Suecia, Islandia, Países Bajos, Polonia, San Marino, Estonia, Portugal y Ucrania. He echado de menos a Bélgica o Chipre, pero por mi parte estoy muy contenta con los finalistas.
La verdad es que esta semifinal me ha sorprendido mucho, y para bien. Recuerdo que en años anteriores me he incluso aburrido, y este año ha sido un no parar de energía. Miedo me da que se hayan quedado todas las canciones aburridas para la segunda semi, porque el artículo será mucho más rollo que este.
Para mí esta semi ha sido una grata sorpresa después de las decepciones de años anteriores y de que venía con pocas expectativas. Espero que la del jueves no decepcione y que el sábado podamos disfrutar de una final de Eurovisión como merecemos, ¡como las divas que somos!
Imágenes | RTVE
En Trendencias | 2025 trae de vuelta la música dance. Los temazos que más hemos bailado vuelven a estar de moda
Ver 0 comentarios